Para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, ofrecemos una nueva entrada que lleva por título: Lo invisible de la realidad: La realidad matemática.
LO VISIBLE E
INVISIBLE DE LA REALIDAD:
LA REALIDAD
MATEMÁTICA
Si habitualmente nuestro sentido
común distingue la realidad de lo tangible (sensible) en virtud de lo
percibido, acaso la captación de lo interior e invisible de nuestras vidas (no
por subjetivo), deja de ser menos real.
Pero, no sólo me refiero a la percepción de lo interiormente vivido,
también a aquellos entes que existen –invisibles- en la naturaleza y que son
apercibidos por la capacidad de razonamiento y abstracción de los seres
conscientes competentes para su distinción y apercibimiento de los peculiares
procesos que los caracterizan. Es claro que hablamos, en principio, de la marca
matemática que señala lo más íntimo del constructo de la naturaleza misma. Nos referimos, claro está, a los
números mediante los que computamos la realidad y los algoritmos con los que
describimos de manera abstracta –mas no por eso menos real- la estructura de la
realidad física, y todo mediante los procesos mentales que tratan de entenderla
racionalmente. Los números (enteros, reales, irracionales…) y las geometrías
(euclideas, o no) del mundo exponen su realidad incuestionable, tanto si las concebimos (dentro del análisis
clásico) como existentes en correspondencia con la realidad física, o si son construidos totalmente por el pensamiento matemático (intuicionismo
matemático).
Los
números, las funciones y las matrices, como responsables de cualquier cálculo,
exponen una realidad incuestionable, sea cual sea su naturaleza matemática, aun
reconociendo que no todos los números tienen el mismo rango o estatuto
ontológico. Esto lo avala que son una fuente incuestionable de conocimiento que en
modo alguno es voluble y arbitraria, ya que sustenta su validez en que serán
verdad de manera independiente a la mente que los elabore.[1]
Sin
poner en cuestión su naturaleza abstracta (la de las matemáticas), es claro que
tampoco podemos poner en duda su aplicabilidad en el ámbito de las
realidades físicas o perceptuales, no en
vano los fundamentos de buena parte de la ciencia se estructuran en principios
netamente matemáticos, no obstante, el papel de la lógica puede parecer
decisivo a la hora de establecer si cualquier entidad matemática tiene
existencia real, aunque según qué estudioso de la lógica puede ser algo diferente; para Frege el número
existe indiscutiblemente y por tanto tiene entidad propia, para Russel, sin
embargo, la lógica aplicada al número es indispensable para la compresión del
mundo físico material que puebla nuestra exterioridad.
No
es una cuestión superada que entidades matemáticas no parecen existir, sino en
otro ámbito bien distinto al mundo de las percepciones, en cualquier caso, a
través de la visión kantiana y su
visión apriorística de la realidad matemática, conviene entender sus estructuras
aplicables a los dominios más diversos (véase como ejemplo el del numero en la
estructura métrica del verso)[2],
han de entenderse como realidades dinámicas, orgánicas y vivas, y de donde
inferir, con Platón y Simon Weil, que lo real ha de ser ante todo trascendente.
De las muchas matemáticas cabe deducirse, no obstante, criterios muy diversos a
la hora de afrontar su diversidad que, en cualquier caso, parece que ofrecen
leyes (matemáticas) aplicables a toda la naturaleza. En este sentido, y
sirviéndonos como peculiar ejemplo, de los estudios sobre las diversas estructuras
del verso, sobre todo las de carácter métrico, podemos constatar esta realidad
que vincula su estructura -eufónico-expresiva) a la del número. Seguiremos abundando al respecto en
la siguiente entrada del blog Ancile.
Francisco Acuyo.
[1] Zellini,
P.: La matemática de los dioses y los algoritmos de los hombres, Siruela,
Madrid, 2018, p. 15.
[2] Acuyo,
F.: De la proporción en lo diverso….
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