Para la sección Editoriales amigas del blog Ancile, traemos un nuevo post con los poemas de nuestro querido amigo y no menos estimado poeta Javier Gilabert que, junto a Diego Medina, para la editorial amiga Esdrújula, ofrecen la primicia que lleva por título, Sonetos para el fin del mundo conocido; acompañando los textos las preciosas ilustraciones de María Gómez, de las que reproducimos aquí una muestra singular. Edición cuidada que recomendamos desde esta plataforma seguros de que hará las delicias de los amantes de la buena poesía y de las ediciones exquisitamente tratadas.
SONETOS PARA EL FIN DEL MUNDO CONOCIDO,
DE JAVIER GILABERT Y DIEGO MEDINA
Foto de Javier Martín Ruiz |
Soneto del poeta confinado
Por más que la impotencia te
desgarre
en letras de papel y en pensamiento,
por más que tu palabra
sea intento
de versos que se quedan sin amarre,
por más que la pared duela
y se agarre
y ahogue en tu garganta
su lamento,
por más que en vez de
pluma haya cemento,
habrás desde el amor de ser
quien barre
el miedo que atenaza
nuestro canto,
la sombra con la luz de tu acuarela,
la pena que en tu verbo
se liquida.
Afuera no hay ni un alma;
mientras tanto,
tu sangre de palabras, centinela,
recrea una ciudad llena de vida.
Soneto del nuevo amanecer
El vuelo excede el ala
Jenaro Talens
por ser la vida. En eso nos iguala
el corazón y el vuelo excede el ala
si el ojo sabe ver y se hace dueño
en cada quiero hacer, en cada escala
prevista en el futuro. Mas resbala
la luz mostrando el día en un diseño
no sirve en esta nueva realidad:
el mundo conocido ya no existe.
Procede, pues, eliminar el ruido,
cualquier cosa que sobre en lo que fuiste.
Soneto de Miguel y el miedo
Cuántos amargos tragos es la vida
Miguel Hernández
Tasados los momentos, da la cuenta
dolor en el haber, y en qué medida:
«¡Cuántos amargos tragos es la
vida!»,
la voz del gran poeta lo fermenta,
fermenta el pan de un miedo que
acrecienta
el propio, oscuro miedo, y da guarida
a fieras que carroñan las heridas,
al monstruo que del miedo se
alimenta.
Sin esperanza no hay temor ninguno.
Decidme: ¿Qué animal espera un
luego?
¿Qué alimaña recuenta su pasado?
Yo te leo, Miguel, y qué oportuno,
tu verso cobra presa en mi sosiego.
Comprendo al fin que el miedo es mi
aliado.
Javier Gilabert y Diego Medina
Gracias, amigo, por traer estos sonetos novedosos en los temas y la forma tan rica de abordarlos. Abrazos.
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