martes, 22 de agosto de 2023

NUEVO DIRECTOR, POR PASTOR AGUIAR

Para la sección de Narrativa del blog Ancile, traemos un nuevo y divertido post en forma de relato harto entretenido de nuestro querido amigo y excelente narrador Pastor Aguiar, y todo bajo el título de :Nuevo director.


NUEVO DIRECTOR



 


_ Mi nombre es Celedonio, doctor Celedonio Puentes. No me gustan las reuniones, pero era imprescindible que nos conociéramos y les informara personalmente de los nuevos proyectos. Se dice que el tiempo es oro, y en la era moderna mucho más, imagínense el filón que tenemos nosotros, sin aprovechar, yo diría que es un crimen. Cada prueba de sueño es una oportunidad irrepetible de mejorarle la vida a alguien, no solo en relación con su padecimiento. Sé que la noche es larga para ustedes, sobre todo aburrida cuando tienen nada más que un caso. Después de la primera hora viene el aburrimiento de escribir algunas observaciones, asistir a la persona si quiere ir al baño, en fin, matar el horario. Ya les voy a detallar mi plan, que creo fabuloso.

Yo estuve a punto de acercarme a la oreja de Pancracio para preguntarle de dónde había salido aquel sujeto vestido con guayabera azul y gorra de beisbolero, con aquel bolsillo repleto de plumas multiformes y unas gafas oscuras como si estuviéramos en medio del estadio a las doce del día. Pero tuve miedo de que los demás oyeran. Los demás, después del doctor, eran Pancracio a mi derecha, Georgina por la izquierda y Sinencio detrás, de seguro cabeceando, porque había trabajado la noche anterior. 

Ya el administrador del laboratorio nos había citado para esta primera reunión con el nuevo jefe médico, llegado de la capital. 

Nada sabíamos de su currículo vitae, con excepción de su doctorado en medicina del sueño. Para colmo había llegado tarde, creo que a propósito. Le imaginé unos cincuenta años de edad y algo de chino por sus facciones.

Acabado su discurso inicial nos fue preguntando el nombre y la experiencia.

Me extrañó que insistiera en saber sobre nuestro conocimiento en cultura general.


_ Bueno, muchachos, si me permiten la confianza, porque de ahora en adelante me van a ver hasta en la sopa. Voy a vivir aquí mismo, en el cuarto de visitas al fondo. A cualquier hora puedo surgir de las tinieblas para verificar que los planes se cumplan, porque no será únicamente la prueba de sueño como se puede intuir de mis palabras iniciales.

Así dijo mientras nosotros comenzamos a mirarnos a hurtadillas. 

    _ Ahora sí que le entró comején al piano. Este comemierda nos va a joder la vida_

Me dije simulando una sonrisa de aprobación.

_ Atiendan todos_ Continuó Celedonio Puentes separando las palabras como si las asegurara a martillazos_ Después de que el paciente sea preparado y quede en coma; digo en cama, dispondrán ustedes de media hora para calibraciones de equipos y toma de datos, entonces comenzarán las nuevas tareas casi filantrópicas.

Georgina no pudo evitar una tosecilla que supuse antídoto de carcajadas, pero yo me empeciné en evitar el contagio y mantuve la vista al frente, tratando de obviar al jefe y rellenar el espacio con una imagen de vieja desnuda haciendo contorciones alrededor del tubo en un club nocturno. 

_ Quien no sepa de literatura, música y artes escénicas la va a pasar mal en lo adelante_ Volvió a la carga el médico_ Esta primera semana la dedicaremos a la poesía universal, desde Homero.

_ Pero cómo, doctor_ Interrumpió Pancracio con una voz rarísima, peligro inminente de cagarse en la madre de alguien.

_ Buena pregunta, técnico Pancracio, ya ve como me aprendí su nombre, todo consiste en volver al cuarto del paciente y dedicar una hora justa a su ilustración. Indagarán sobre su nivel intelectual. Si sabe leer y escribir, pues le leen el primer folleto que he preparado con todo el programa para cinco años del experimento. Acto seguido le pedirán una interpretación de la obra, le contarán sobre la vida del autor y pasarán a la disertación relacionada con el arte poético, ah, y no permitan que la persona se duerma, cabrones; perdón, quise decir señores.

        Cuando Celedonio destapó un pomo de agua mineral, Sinencio me incrustó la punta del lápiz entre un omóplato y la columna torácica.

_ ¡Hijo de mala madre!_ Le grité olvidándome del escenario.

_ ¿Qué acaba de decir, Pastor?

_ Nada, doctor, una punzada en la espalda. Mi único alivio es insultarla. Juro que nada que ver con la importancia del tema tratado acá.

_ Seguro estoy de ello, nadie se suicida así como así. Sigamos pues. En lo relativo a la música hay que moverse con sumo tacto. No hay que ser cantante ni mucho menos, cualquier cancioncilla será la perfecta. Les daré una mini grabadora de voz a cada uno para que tomen testimonio de las cantatas de los reos, digo, pacientes. Ya verán cuántas sorpresas nos deparan esos infelices, se me ocurre instaurar un premio en metálico, pero ello vendrá en la reunión de la semana entrante.

_ Y eso que no le gustan las reuniones_ Me confesé.

_ Les pongo un ejemplo, si ven que la persona es tímida, pueden destrabarle la pena cantándole algo conocido como “siempre que te enamores, cielito lindo, mira primero, si lleva en su bolsillo mucho dinero”_ cantó pésimamente con una expresión del mejor charro de la historia_ En fin, todo viene en el folleto que tienen sobre el escritorio. ¿Qué les parece?

Esta vez Sinencio me retorció cinco pulgadas de piel en la raíz del cuello, y yo, tratando de contener el dolor y la ira, me puse a jadear como si terminara la final olímpica de cuatrocientos metros planos.

_ ¿Qué le sucede, Pastor? ¿Está teniendo un orgasmo?- Se me acercó Celedonio.

_ ¡No, Dios no lo permita doctor! Es la emoción que me lleva al borde del llanto. Es tan hermoso todo este plan en beneficio de la humanidad. Usted ha caído del cielo (Desterrado, agregué para mis adentros) 

_ Así dice mi madre, Pastor, bienvenido a la revolución onírica, digo, porque será como hacer realidad un sueño.

_ Este desgraciado debe ser un loco que se escapó del siquiátrico_ Dijo Georgina haciendo ruido con los tacones para no ser escuchada.

_ Georgina, le toca ser la primera dentro de unas cinco horas. No le robo más tiempo, vaya a casa para que descanse un rato y recargue las baterías. 

Georgina salió disparada no sin antes tumbar la silla y darme un soberano puntapié en un tobillo.

_ Tremendo entusiasmo lleva_ Acotó el doctor mientras revisaba los lapiceros de su bolsillo.

_ Sí, es la reina del entusiasmo, la muy desgraciada, espero que no se cuelgue del almácigo en el parqueo.

_ ¿Qué acaba de decir, Sinencio?

_ Lo que oye, pedazo de comemierda. Si se cree que voy a caer en esta locura está muy equivocado. Ya me toca el retiro en tres meses y me tomo libre el tiempo que me falta. Se puede introducir por el ano todo su plan, bien enrolladito y con vaselina. 

En este punto me sentí en una esfera surrealista, verificada por las imágenes de Sinencio perseguido por Celedonio rumbo a la plazoleta frente al laboratorio. Desde allá me llegaron los gritos babélicos y el eco de los trompones.

Pasó un buen rato y la calma imperó. Entonces dije a mi único compañero.

_ ¿Nos vamos?

Salimos en punta de pies hasta el lugar de los últimos hechos, no se veía un alma. Georgina se adelantó rumbo a la parada del ómnibus, y entonces vi que llevaba la parte derecha del cráneo rapada y de color amarillo. Pensé en una tajada de queso y el hambre fue brutal.

_ Estoy que me como hasta mi sombra_ Le dije a Pancracio.

_ Te entiendo salvaje, te entiendo. Después de todo lo visto no queda otra que llenarse la panza.

 



Pastor Aguiar


 



1 comentario:

  1. Gracias querido amigo. Me divierto fantaseando alrededor de lo que fue mi profesión por dos décadas. Abrazos

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