lunes, 16 de abril de 2018

LA VIVENCIA DE LO BELLO EN POESÍA


Bajo el título, La vivencia de lo bello en poesía, traemos un nuevo post para la sección, Pensamiento del blog Ancile.

La vivencia de lo bello en poesía, Francisco Acuyo





LA VIVENCIA DE LO BELLO EN POESÍA







La intuición de una belleza ontológica, una belleza que es y es cierta ,y que en realidad no puede poseerse porque existe al margen de cualquiera conocimiento y experiencia, y que, muchas veces, aparece de forma inopinada y de la que tomamos cuenta sin elección, sin juicios o prejuicios previos y que, cuando aparece en la palabra (si es poética) exige una comprensión más allá de la palabra misma, de su significado normativo aceptado, porque es más que conocimiento, y porque es, de manera total, global, holística y expone su verdad en la belleza. El caer en la cuenta del hecho creativo –poético-, estaremos ante todo frente a una percepción total de lo que es, al menos un segundo, donde la belleza muestra su plenitud de verdad más allá del tiempo.

                  Este hallazgo de lo bello no se obtiene mediante ninguna labor o trabajoso esfuerzo de búsqueda, no hay introspección, solo reconocimiento de los límites de nuestro pensamiento expuesto e impuesto en el conocimiento acumulado durante años y que, una vez liberado nuestro espíritu de su rémora, se ofrece sin alternativa. Este hallazgo es libre porque no implica cambiar nada de nosotros mismos, es simplemente la captación de lo que hay sin la intervención del yo –manido- que tantas veces nos ofusca con sus condicionamientos y prejuicios, donde el objeto y el sujeto que observa son uno en esa percepción única y total de la belleza, solo la vivencia de lo bello es real, al margen de
La vivencia de lo bello en poesía, Francisco Acuyo
quién y cómo lo mire.

                  En la vivencia de lo bello está la verdad de que no existe frontera entre lo visto y aquel lo ve, desasido ya de todo centro, y es que esa espontaneidad que trae la belleza será la que en verdad está más allá del tiempo. Lo auténticamente creativo radica en el desasimiento de lo sabido para dejar abierto el camino a lo que no puede pensarse porque aspira a lo nuevo, a lo que no ha sido visto o mencionado, y esto es posible porque de este singular vacío que supone olvidarse –silenciarse- de todo lo conocido, es de donde surge la verdad de la belleza y de la creatividad genuina
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                  Ese vacío no es muy distinto al que rechaza o ignora la ciencia (el de los orígenes antes del mismo tiempo) que busca sus fundamentos en la flecha del tiempo y en la conciencia que de este surge y de la que, en definitiva, surge la materia misma. Aquel vacío, aquella nada, es la que propicia las verdades y bellezas que algunas veces percibimos totales e infinitas un instante.

            Una de las percepciones más profunda e interesantes que podemos adquirir de la retórica poética es que hay maneras muy diversas de aprehender el mundo. Es algo por casi todos reconocido, pero en modo alguno la ciencia ha aceptado como verdadera interpretación de la realidad aquella que no esté sujeta a sus principios y metodología. Los límites de la ciencia convencional (ortodoxa), ¿no comienzan a ser acaso más una rémora que un incentivo para abrir una vía de entendimiento amplia de la misma naturaleza?



Francisco Acuyo




La vivencia de lo bello en poesía, Francisco Acuyo

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