sábado, 12 de marzo de 2022

VIRGILIO CARA VALERO, EN EL Nº 15 LA CIUDAD ILUSTRADA

 Nos complace llevar a nuestra sección de Noticias del blog Ancile, este nuevo post anunciando el pliego número 15 de La ciudad Ilustrada, de Entorno Gráfico Ediciones, dedicado en esta ocasión a nuestro muy querido amigo y eximio poeta Virgilio Cara Valero; extraemos un par de poemas de dicha publicación que llevan por títulos: Despedida y El progreso de la industria. Recordamos que la presentación del pliego tendrá lugar el día 18 de este mes de marzo, en la librería Picasso de la calle Obispo Hurtado 5 de Granada. Nos encantará saludaros por allí.



VIRGILIO CARA VALERO, 

EN EL Nº 15  LA CIUDAD ILUSTRADA


La ciudad Ilustrada, Nº 15, Virgilio Caro


DESPEDIDA

 

 

Ya amanece, muchacha;

regresa del periplo de tus sueños

que otro viaje más arduo y venturoso

te propone la luz que se abre paso.

Levántate y reposa

los pies sobre la tierra, tibia aún

por el calor nocturno de las ascuas

y aún por la memoria de tus antepasados.

Acércate al hogar

donde crepita el roble todavía

y mezcla con el agua la ceniza

que purificará tus manos y tu rostro.

Y vístete despacio,

parsimoniosamente complacida

en cada pliegue leve de la túnica

sobre tu piel desnuda de doncella.

Recoge los vestidos y las telas

que anoche preparaste junto al fuego;

sujétalas con cintas fuertemente

y guarda dentro de ellas

la bolsa que protege tu amuleto

de hueso y de marfil.

No dejes de llevarte

tampoco las arquetas con el ámbar

ni las breves vasijas que contienen

el ungüento de salvia y el aceite aromático.

 

Ya se escuchan los perros y a lo lejos

hay ruido de carretas.

 

Apresúrate, niña, en despedirte

de todo cuanto dejas; de los surcos

baldíos, de las lomas polvorientas,

del aljibe reseco.

Cuando el camino inicies,

no te vuelvas. Despójate del áspero

sonido de las leyes y entona otras canciones

de siembra o de cosecha.

Observa las costumbres donde vayas,

si atraviesas el mar hasta el oriente,

por las olas que entonces ya surcaron

el barro y el metal.

Conoce nuevas lenguas, nuevos signos

grabados en el plomo o en la piedra

y aprende a descifrar en las palabras

las cosas que te importen.

Pero guárdate mucho

del frío y de los hombres que codicien

en ti la edad temprana,

de aquellos que te ofrezcan con sonrisas

o damascos o púrpuras.

No creas en promesas ni temas amenazas,

y siempre desconfía de los dioses

allí donde te encuentres.

 

                                                   (De Región del desengaño)



La ciudad Ilustrada, Nº 15,




EL PROGRESO DE LA INDUSTRIA

 

 

A finales del siglo XIX,

el pintor Claude Monet dejó las inocentes

riberas de Argentuille, en el valle del Oise,

para instalarse en un pequeño estudio,

a muy poca distancia de la entonces

transitada estación de Saint Lazare.

Precisamente allí, en los andenes

donde encontrara, al fin, materia y perspectiva,

entre el tumulto denso de las máquinas

y el trasiego constante de anónimos viajeros,

Monet fijó en, al menos, doce lienzos

su confianza y su fe en el progreso humano.

 

Más de un siglo después, un cuadro de esa serie,

tal vez el más pequeño, se exhibe en el museo,

hoy símbolo del “Arte establecido”,

de la estación d'Orsay.

Y es así que, por tanto, nada queda

de aquel grito rebelde e insumiso

que fueron para muchos los paisajes

urbanos de Monet;

o acaso solamente permanezca

la silueta de quien, como nosotros,

también transita, oscura, por sus salas,

en el vapor del tiempo,

disuelta para siempre en la memoria.

 

                                                                   (De La mitad de la fama)


Virgilio Cara Valero



La ciudad Ilustrada, Nº 15, Virgilio Caro



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