martes, 29 de noviembre de 2022

MÁS CURIOSIDADES SOBRE LA MATERIA Y LA CONCIENCIA ¿ES POSIBLE UNA FÍSICA INMATERIAL DE LA CONCIENCIA?

Movida por la misma curiosidad que muchos otros sobre la naturaleza de la realidad, prosigo con indagaciones alrededor de las peculiaridades de la que se supone es fundamento de aquella realidad cual es lamteria, y todo para la sección de Ciencia del blog Ancile; esta vez siguiendo el post anterior y con el título: Más curiosidades sobre la materia y la conciencia. ¿Es posible una física inmaterial de la conciencia? 



MÁS CURIOSIDADES SOBRE

LA MATERIA Y LA CONCIENCIA

¿ES POSIBLE UNA FÍSICA 

INMATERIAL DE LA CONCIENCIA?

 

 



Para comenzar este apartado, y siguiendo la dinámica de otras secciones anteriores, plantearemos una nueva interrogante que bien podría ser un nuevo e irritante agravio y sin sentido para el científico netamente positivo materialista, y aun para quien aspira a emitir juicios de común razonables, no atreviéndose a emitir opinión sobre el particular, tanto más cuanto se ha engañado y lo reconoce  en inciertas conjeturas siempre que intentó responder a la pregunta: ¿puede la conciencia (la mente, la psique…) influir y decidir sobre el mundo de la materia?

                Sería injusto no advertir que también hay científicos que se siente concernidos por estas interrogantes y sugerentes designios, que bien pudieren parecer en principio preguntas de corte estrafalario para el ortodoxo de la ciencia de la materia, pero que encierran una curiosidad que reclama la dignidad de la verdadera estirpe científica de su interrogante. Hay de hecho, una corriente científica que se ha venido a denominar psicoenergética (sita en la Universidad de Stanford) que abre una alternativa bien diferente de interpretación del mundo, y donde las interacciones entre materia y mente que se han estudiado de manera persistente, han ofrecido resultados harto sorprendentes para cualquier espíritu curioso. Pero, de ser verdadera esta interacción, ¿qué significado podríamos obtener de tales resultados?

                La primera consecuencia lógica sería que el nódulo fundamental de la realidad del mundo pasa por la conciencia. La segunda, es que bien puede ser que el mundo físico material emerja de niveles más profundos que los que la propia materia parece informarnos. Después de tantos naufragios de la razón positiva materialista para explicar su propia naturaleza, cabe al menos imaginar otras alternativas de respuesta a su origen y naturaleza.

                Todo lo antecedido, nos hace lógicamente inquirir sobre el papel (fundamental, decíamos) de la conciencia, la cual nos pone en duda sobre las potenciales anomalías y rarezas del comportamiento de la materia en el dominio subatómico, que acaso tienen sentido sólo si entendemos que lo primordial, original y fundamental es la conciencia y no la materia. Cuando Rupert Spira afirmaba que nadie ha
encontrado, ni podrá encontrar nunca, algo fuera de la conciencia
,[1] nos suena ahora no tanto como una exageración idealista, sino como un argumento muy digno de consideración.

                Mas, llegados a este punto, ¿qué significa todo esto?, acaso ¿que la materia tiene conciencia en una suerte de pamsiquismo y que la conciencia procede de la materia? O, por lo el contrario, ¿la materia es singularmente una vía empírica de la conciencia? Del monismo materialista al monismo idealista, diríase, que parece no haber más que un paso. En cualquier caso, la visión netamente materialista se acantona en la más resistente creencia ¿irracionalista?

                La visión oriental y mística de que lo primero es la conciencia parece volver a la palestra filosófica y a la teoría del conocimiento en nuestra actualidad. La causalidad y linealidad de nuestra realidad convencional es puesta en duda, porque ¿la conciencia (como fenómeno universal) es el origen y fundamento de cualquier cosa dentro del mismo universo? De dotas maneras, es claro que para entender la auténtica dimensión de esta primordial realidad es preciso cuestionar la creencia dualista sujeto y objeto, mente y materia.

                A través de estas fascinantes curiosidades, no será el axioma vulgar del sentido común el único puesto en cuestión, lo será también, como ya habíamos señalado anteriormente, el tiempo (y el espacio) como pilar(es) básico(s) de nuestra comprensión y situación del mundo. Aquella realidad en la que no hay un antes ni un después para la mente, en la que solo existe el ahora de Schrödinger, parece imponerse ante estas expectativas y reflexiones.

                Seguiremos la indagación sobre estas cuestiones y otras análogas en próximas entradas del blog Ancile.

 

 

Francisco Acuyo

               



[1] Spira, R.: The Nature  of consciousness, Naturaleza y conciencia, Ediciones la Llave, 2019, Pág. 125

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